lunes, octubre 31, 2005
Paradoja Es sorprendente el poco tiempo que pasa hoy, aquí. Me incomoda pensar en el futuro y sentir que poco a poco el tiempo se vuelve más corto; no más despacio ni más rápido, sino más corto, más pequeño, menos en general. Sin las pocas herramientas que tengo para medirlo, presiento que sea posible que algún día desaparezca del todo si no llevo una cuenta exacta de cuánto mide, de cuánto, pesa, de cuánta agua desplaza al sumergirlo en un contenedor lleno. Es casi como si cada vez que dejo de fijarlo claramente en una tabla se las arregle para hacerse más pequeño, y entonces "mañana" está aqui antes y dura menos, y el futuro muestra una patica en la esquina, no tan tímido como hace unos 10 años.
Con su empequeñecimiento pierde mucho de su significado, deja de ser un referente obligatorio para todo y se convierte, simplemente, en el nombre de algo que ya no es de ninguna manera crucial. Creo que, a medida que se acerca la muerte, el tiempo deja de ser relevante. Poco o nada. Las páginas se atraviezan más rápido y más pronto olvido lo que leí, menos duermo y menos me demoro llegando a la universidad. Tendría que llevar una cuenta exacta, hacerle saber que estoy sobre él todo el tiempo. Tendría que escribir en mi espacio solitario todos los déas, todas las horas, una-palabra-por-segundo. Y sin embargo me doy la vuelta y ya ha pasado un mes.
Es triste pensar que tendría que estar más triste para escribir más, para alargar de nuevo el tiempo que tanto me gustaba. 10:48, me voy a dormir.
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10:48 p. m.
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