lunes, abril 18, 2005
Fr�o Hace mucho fr�o. Estar perdido en un bosque de niebla debe ser una sensaci�n parecida a la de caminar sobre las nubes, salvo por la luz, que tan poco bien nos hace. El fr�o se parece, se cuela por los diminutos poros de la ropa con una sensaci�n h�meda, como una delgada capa de hielo que fuera aplicada sobre la piel con una delicada brocha, simplemente para difuminarla de forma homog�nea. Este fr�o, y el temor que viene con �l, resultan a veces m�s devastadores que el resto de cosas terribles del mundo, que, sin embargo, parecen acrecentarse con su presencia. Poco a poco me quedo entumecido, inm�vil frente a cualquiere est�mulo del mundo. Poco a poco se petrifica este �nico gesto que puede hacer mi cara, una mueca horrible que no lo parece por lo tenue de las facciones. Una mueca que podr�a permanecer desapercibida, incluso para m�.
Dolor. Como un tumor que expande sus tent�culos poco a poco, que renace en alguna parte distinta del cuerpo y reproduce su miseria sin fin, despacio, invisible; el fr�o que se cuela por la ropa, por una peque�a rendija.
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12:55 p. m.
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